Ayuda a prevenir señales de sufrimiento como hojas que caen sin aviso, tallos que dejan de crecer o un pasto que, al tocarlo, parece haber soltado las ganas de vivir.
Es ideal para jardines, huertos, macetas grandes y rincones verdes donde intuyes que algo no anda bien. A veces, cuando una planta se apaga sin explicación o el césped se desprende como si renunciara… es momento de mirar bajo la superficie y actuar con cuidado, pero con firmeza.